Identificar correctamente a un paciente puede servir para mucho más que para
administrar correctamente un tratamiento ó realizar sin errores un diagnóstico,
nos puede servir para llevar a cabo distintos estudios estadísticos.
Esto nos vale por ejemplo para saber la mortalidad a causa de un cáncer ó
cualquier otra enfermedad en una población ó a nivel mundial, así que para que
estos datos sean fiables primero tenemos que asegurarnos que identificamos bien
a los pacientes que sufren esa patología, para luego poder incluirlos y
clasificarlos en nuestro estudio. Como ejemplo podemos ver esta gráfica en la
que se observa la mortalidad a causa de los cuatro cánceres más relevantes
en hombres para los años 2006 y 2012. Si no identificásemos correctamente a las personas que sufren estos tipos de cánceres las estadísticas sufrirían una pequeña variación que en algunos casos nos puede llevar a un error de lectura.
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